De revisar webs cada mañana a tener un tablero listo
Por Albert Pérez
Así automatizamos la búsqueda de noticias
¿Te suena esta escena?
Cada mañana, alguien del equipo abre un montón de pestañas: webs institucionales, blogs, medios locales… Revisa titulares, copia enlaces, comprueba si ya se compartieron, decide qué merece convertirse en tarea. Un trabajo necesario, pero repetitivo, propenso a errores y muy difícil de escalar.
En nuestro caso, la pregunta fue:
“¿Podemos liberar a las personas de esta vigilancia manual y dejar que se concentren en analizar y decidir, no en recolectar?”
El punto de partida: una rutina que quema tiempo
Teníamos exactamente este escenario:
- Múltiples webs y fuentes, algunas con RSS y otras sin él.
- Revisión manual cada día.
- Riesgo de olvidar fuentes, repetir noticias o llegar tarde a ciertos temas.
El resultado: muchas horas invertidas en “buscar” y pocas en interpretar y actuar.
El objetivo: un “asistente” que prepara el tablero de trabajo
Definimos un objetivo muy simple de explicar:
Que cada mañana, sin que nadie tenga que hacer nada, aparezca un listado de titulares recientes ya preparados en un tablero (por ejemplo, Trello), listos para priorizar y asignar.
En la práctica, eso significa:
- Agregar titulares desde múltiples fuentes.
- Evitar duplicados (que la misma noticia no aparezca dos o tres veces).
- Guardar solo lo imprescindible: título, enlace, fecha y origen.
- Dejar todo en un formato cómodo para trabajar (tarjetas/tareas).
Nada de descargar páginas completas ni complicarse con el contenido íntegro: solo metadatos útiles.
Cómo funciona el flujo automatizado
Imagina un “asistente digital” muy disciplinado que, cada día:
- Visita las distintas fuentes definidas (webs, blogs, RSS…).
- Revisa qué hay de nuevo desde la última vez.
- Comprueba si una noticia ya fue recogida antes para no repetirla.
- Crea una tarjeta en un tablero (Trello, en nuestro caso) con la información básica.
- Deja además un registro histórico en una hoja de cálculo para poder auditar y analizar tendencias.
- Si algo falla (por ejemplo, una web cambia su diseño), avisa al equipo por Slack para que no pase desapercibido.
El resultado es que el equipo ya no “sale de caza” por Internet: abre su tablero y empieza directamente a decidir qué hacer con cada noticia.
Qué cambió en el día a día
Aunque las cifras exactas pueden variar según la organización, el impacto se ve muy rápido. En nuestro caso:
- Pasamos de dedicar entre 60 y 90 minutos diarios a revisar fuentes…
- …a dedicar 10–15 minutos a revisar un tablero ya preparado.
- Se redujeron los errores humanos (olvidar fuentes, repetir noticias, saltarse algo relevante).
- Mejoró la capacidad de priorizar: todo entra con el mismo formato y con la misma calidad de información.
- Ganamos una base de datos histórica que permite ver tendencias: picos de publicación, frecuencia por fuente, etc.
En definitiva: menos esfuerzo operativo, más capacidad de análisis y decisión.
Retos que tuvimos que resolver:
Por el camino aparecieron varios desafíos, que pueden ayudarte si quieres montar algo similar:
- Fuentes muy distintas entre sí: algunas webs son estáticas, otras cambian mucho, algunas tienen RSS, otras no.
- Cambios silenciosos en las páginas: si una web cambia su diseño, el sistema puede dejar de “entenderla”. Por eso añadimos alertas claras cuando algo deja de funcionar.
- Fechas y formatos diferentes: no todas las fuentes muestran la fecha igual; fue clave normalizar esa información.
- Evitar duplicados: a veces una noticia cambia ligeramente la URL; el sistema tiene que detectar que es la misma.
- Respetar las webs que visitamos: no se trata de lanzar miles de peticiones por minuto, sino de trabajar de forma responsable.
Claves de diseño para que sea fácil de mantener
Más allá de la parte técnica, hubo varias decisiones de diseño que marcaron la diferencia:
- Mismo modelo de datos para todas las fuentes: todas las noticias se guardan con los mismos campos. Eso facilita mucho el análisis y las integraciones futuras.
- Añadir nuevas fuentes sin rehacer el sistema: cada nueva fuente sigue un “contrato” claro, lo que evita romper todo al crecer.
- Alertas accionables: cuando algo falla, el mensaje indica qué fuente, qué ha pasado y por dónde empezar a mirar.
Una pincelada técnica (para quien quiera detalles)
Si te interesa la parte técnica, lo resumimos así:
- Lo hemos construido con Python, con pequeños “módulos” que saben leer cada tipo de fuente.
- El proceso automático sigue siempre los mismos pasos: extraer, validar, normalizar, evitar duplicados y crear tareas.
- Usamos integraciones ligeras con Trello (tarjetas), Google Sheets (registro histórico) y Slack (alertas).
- Está programado para ejecutarse de forma automática cada día, en un entorno repetible.
Pero para el usuario final, lo importante es que funcione de forma fiable y predecible, no el detalle de cómo.
¿Qué podríamos añadir a futuro?
Ahora que la base está montada, se abren posibilidades interesantes:
- Usar IA para ofrecer un resumen de lo publicado de forma diaria.
- Usar IA para que según criterios definidos pueda aplicar filtros automáticos para destacar noticias clave o eliminar noticias no relevantes.
Conclusión
El verdadero valor de este proyecto no está en el código, sino en el cambio de foco:
Las personas expertas dejan de invertir horas en “vigilar” fuentes y pueden dedicar su tiempo a lo que aporta más valor: interpretar, decidir y ejecutar.
Un proceso automático convierte la dispersión de webs y canales en un flujo estructurado de tareas accionables.
Es la diferencia entre llegar tarde a las noticias y tener cada mañana un tablero listo para actuar.
¿Quieres saber más?
Si en tu organización también estáis dedicando demasiadas horas a vigilar webs y boletines, podemos hablar.
y te comparto un esquema visual de la arquitectura y los pasos que seguimos para automatizar este flujo, adaptado a tu contexto.
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